Familias enteras fueron «masacradas» en sus hogares por terroristas de Hamás en Kfar Aza, un kibutz en el sur de Israel, cerca a la frontera con Gaza.
Medios internacionales reportan de la crueldad cometida por los terroristas de Hamás en la comunidad agrícola Kfar Aza, siendo testigos de la devastación dejada por los radicales islamistas.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) están retirando los cuerpos de las víctimas de las casas donde fueron asesinadas. Entre los cadáveres se encuentran los de unos 40 bebés y niños, algunos de ellos fueron decapitados.
Los coches de los residentes muertos fueron completamente incendiados. El número total de muertes en ese lugar aún no se ha publicado.
“No es una guerra, no es un campo de batalla. Ves a los bebés, a la madre, al padre, en sus habitaciones, en sus salas de estar y la forma en que los terroristas los mataron. Fue una masacre”, describió el mayor general de las FDI, Itai Veruv.
Los soldados israelíes dijeron que llegaron al lugar esperando lo peor, pero las escenas, dijeron, fueron más allá de lo imaginable. Los cuerpos fueron retirados de las casas y transportados en camillas.
Según i24News, se recomendó a la prensa que se mantuviera alejada de algunas zonas que aún no estaban libres de explosivos. Según la noticia, las atrocidades se cometieron con pistolas, granadas y cuchillos, todos ellos dirigidos contra civiles inocentes en sus hogares.
“Podemos ver redes de fútbol en el césped, un signo de la vida feliz que existía aquí. Puertas abiertas de par en par, carritos de bebé abandonados, aceras destruidas por la artillería. Hay casas carbonizadas”, informó el medio.

La oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, difundió en sus redes sociales fotos de bebés calcinados a manos de Hamás; mientras que un alto cargo del Ejército aseguró que él mismo halló un bebé decapitado en una de las comunidades israelíes cercanas a Gaza, y que otros compañeros suyos vieron más.