Con gran valentía, un niño de 11 años enfrentó a todo su distrito escolar en EE.UU por tener libros con escenas pornográficas dentro de la biblioteca en su escuela.

Knox Zajac a mediados de febrero tomó la palabra en una reunión con su distrito escolar para leer «Nick y Charlie», libro que representa una relación homosexual de dos adolecentes, en el cual hay escenas sexuales realmente explícitas.

“Mi espalda sobre mis caderas. Le pregunté si debería quitarse la ropa. Estaba diciendo que sí antes de que terminara mi oración. Me está quitando la camisa, riéndose cuando no puedo desabotonar su camisa. Me está abriendo el cinturón. Estoy buscando un condón en el cajón de la mesita de noche”, leyó el alumno de sexto grado a la Junta Escolar de Windham Raymond, Maine, para luego leer otra escena mucho más explícita que la anterior.

El chico contó que estaba en la biblioteca cuando le dijeron para leer el libro y que incluso el bibliotecario le ofreció la versión comic ilustrada de la historia.

Al darse cuenta de todo esto, el chico habló con su padre, Adam Zajac, el mismo tomó la palabra después de su hijo y exigió al consejo escolar que tomara responsabilidad en estos casos.

“Esta es la obscenidad que está encontrando”, denunció Adam.

“No me importa si es gay , heterosexual, bisexual, sean cuales sean los términos para todas esas cosas, no es necesario que esté en nuestra escuela. No tiene que estar en la biblioteca de mi hijo de 11 años», agregó.

Asimismo envió una crítica a todos los maestros que están al tanto y apoyan este tipo de acciones.

“Escuchen a los padres  Estaré más que feliz de concentrar mi tiempo y esfuerzo en la seguridad de mi hijo y mis hijos en esta escuela», expresó.

“Seré una espina en tu costado. Solo quiero que seas consciente de lo que has despertado», destacó.

Asimismo destacó que otros libros de contenido LGBT para jóvenes estén siendo introducidos en bibliotecas públicas, como el caso de «Gender Queer», que tenía un alto contenido sexual.

«Estoy seguro de que muchos de ustedes son grandes personas y no tienen más que las mejores intenciones para nuestros hijos», dijo.

“Pero el hecho de que una escuela haya tardado cuatro meses en sacar este libro de la biblioteca es ridículo. Los padres están aquí ahora y están hablando, y necesitas escuchar y hacer algo al respecto rápidamente”, aseguró.

La motivación del niño se basó en la incomodidad que sentía al niño al leer el libro, por tanto tuvo que leerlo para que otros pudieran conocer la situación y estés atentos al tipo de contenidos al que sus compañeros están siendo expuestos tan jóvenes y sin su consentimiento.