Reflexion por Dr. Gregory Jantz

 

Si está casado con un adicto, no pierda la esperanza. En este artículo un consejero experto le explicará cómo cuidarse a sí mismo y evitar la permisividad con su ser amado adicto.

Mary Howard no podía entender lo que le estaba sucediendo a su esposo, Mac. Al principio, no se daba cuenta de que estaba casada con un adicto.

“Lo que más recuerdo es cómo él era un adicto funcional y lo bien que ocultaba su adicción”, dice Mary en el artículo “From Meth Addiction To Ministry” (De adicto a la metanfetamina al ministerio). “Iba a la iglesia y tenía un exitoso negocio de carpintería. Los últimos dos años de su adicción, cuando comenzó a usar metanfetamina, fue cuando supe que algo malo estaba sucediendo.”

Si usted también está luchando con la adicción de su cónyuge y no está seguro de qué hacer, el Dr. Gregory Jantz le ofrece una guía. Él es consejero en el tema de adicción a sustancias, está certificado en consejería en salud mental y es autor del libro “Healing the Scars of Addiction” (Curando las cicatrices de la adicción). Este artículo, extraído del libro “When a Loved One Is Addicted: How to offer hope and help” (Cuando un ser amado es adicto: Cómo ofrecer esperanza y ayuda), brinda consejos, no solo para ayudar a un cónyuge que sufre por la adicción, sino a cualquier otro ser amado.

Una situación desgarradora

Ver a un ser amado sucumbir ante la adicción es desgarrador. Uno puede sentirse desorientando, como si estuviera atrapado en un pasillo de espejos en un carnaval. Ayudar a su ser amado puede parecer imposible.

No importa cuál sea su historia o cuán convencido está de que no hay salida del laberinto de la adicción, usted debe saber esto: la gracia sanadora de Dios no se ha acortado. Usted puede liberarse de los efectos nocivos de la adicción de un ser amado.

¿Cómo puede ayudar a su ser amado?

Probablemente haya estado haciéndose una pregunta extremadamente importante durante meses, años o incluso décadas: ¿Cómo puedo ayudar a mi ser amado?

Los detalles de mi respuesta dependen, hasta cierto punto, del estado mental de la persona con la adicción. Tal vez, su ser amado esté dispuesto a admitir que tiene un problema de adicción y reconoce que necesita un cambio. También es posible que todavía no esté dispuesto a reconocer el problema. La negación se ha arraigado, y la persona no ve la necesidad de recurrir a ayuda profesional.

Independientemente de su situación actual, el camino por delante no será fácil. Recuperarse de la adicción no es simplemente dejar de comportarse de manera perjudicial. De hecho, incluso en las mejores circunstancias, la recuperación a menudo implica una mezcla de constante avance y retroceso.

Recuerde la verdad

Uno de los aspectos más dolorosos de amar a alguien con una adicción es la sensación de no poder ayudar. El lado opuesto, e igualmente doloroso, es la sensación de que, de alguna manera, usted tiene la responsabilidad y el poder de resolver el problema de su ser amado; ligado a experimentar el fracaso una y otra vez mientras lo intenta. La verdad que nosotros mismos debemos recordarnos a menudo es:

  • “Yo no causé esta adicción”.
  • “Yo no puedo curarla”.
  • “Yo no puedo controlarla”.

Entender y aceptar estas tres poderosas verdades le ayudará a considerar su papel en la recuperación y sanidad del adicto que es parte de su vida. Y aunque no puede hacer que su ser amado cambie, o se involucre en un proceso de recuperación, hay cosas que usted sí puede hacer para alentar y provocar el cambio.

De hecho, su amor y apoyo pueden ser un factor importante. Aunque la adicción y la recuperación son procesos complejos, su participación en el proceso puede ser la diferencia entre la vida y la muerte para alguien a quien usted ama.

Practique el cuidado personal si está casado con un adicto

Realmente, uno de los mejores consejos que puedo ofrecerle es que primero se cuide a sí mismo. Esto puede sorprenderlo, e incluso sonar egoísta, pero piénselo de esta manera: ¿qué dicen los asistentes de vuelo cuando recitan los protocolos de emergencia antes del despegue? “Póngase su propia máscara primero, antes de ayudar a otras personas”. Eso es porque es mucho más difícil ayudar a alguien en su debilidad, cuando usted mismo está débil.

Mientras el adicto continúe haciendo y rompiendo promesas consigo mismo y con los demás, usted puede experimentar sentimientos de ira, frustración, culpa, traición y, a medida que la larga batalla continúa, el agotamiento puede ser extremo. Mientras eso sucede, usted puede llegar a estar tan preocupado por la desesperada batalla que no logre ser consciente de que su propia salud y bienestar han ido empeorando.

Señales de agotamiento del cuidador

Quiero que esté al tanto de las señales comunes de agotamiento del cuidador. La Clínica Mayo sugiere poner atención a estos nueve elementos:

  1. Sentirse abrumado o constantemente preocupado.
  2. Sentirse cansado a menudo.
  3. Tener mucho o poco sueño.
  4. Aumento o pérdida de peso.
  5. Irritabilidad o enojo con suma facilidad.
  6. Pérdida de interés en las actividades que antes disfrutaba.
  7. Tristeza.
  8. Dolores de cabeza frecuentes u otras dolencias físicas.
  9. Depresión y / o ansiedad.

A esta lista, yo le añadiría los sentimientos de vergüenza por su situación y sentimientos de desesperanza. Puede que usted se encuentre preocupado por lo que sus amigos y conocidos estén pensando de su situación, y esté sufriendo la desesperación en la oscuridad, como si esta aflicción nunca fuera a terminar. Este es el momento de hacerle frente al agotamiento teniendo esta idea clara en su mente: cuidar primero de uno mismo no es egoísta ni negligente.

Usted debe mantener una buena salud física, mental y emocional para disfrutar mejor de la vida mientras la batalla continúa, así como para poder ayudar mejor a su ser amado a enfrentar, y finalmente vencer la adicción. En el libro “Beyond Addiction: How science and kindness help people change”(Más allá de la adicción: Cómo la ciencia y la amabilidad ayudan a las personas a cambiar), los autores explican la importancia del cuidado personal:

“¿Cómo puedes aceptar a tu ser amado mientras deja de comportarse como un adicto? Una forma es asegurarte que tu bienestar no dependa completamente de esta persona, y dedicando energía a algo más allá de tus preocupaciones por ella. Cuando te cuidas a ti mismo, ganas fuerza para tolerar lo que no puedes cambiar, y para cambiar lo que sí puedes. Al mismo tiempo, al estar más tranquilo y feliz, estarás contribuyendo a un ambiente propicio para el cambio que esperas ver en tu ser amado, y estarás modelando los comportamientos saludables que deseas ver en esta persona”.

Para superar las inevitables tensiones y prevenir el agotamiento dañino, comience hoy a hacer que las siguientes tres prácticas sean una parte no negociable de su vida.

  1. Haga de su salud y bienestar una prioridad

Coma comidas nutritivas y manténgase hidratado durante el día. Tome un buen suplemento multivitamínico y cápsulas minerales, y observe con cuidado el consumo del café, el azúcar y los alimentos procesados.

Haga ejercicio al aire libre: camine, corra, ande en bicicleta o haga senderismo de 20 a 30 minutos al día, respirando profundamente y disfrutando de la vitamina D natural del sol. Agregue algunos ejercicios de resistencia, como flexiones, abdominales, sentadillas y flexión de brazos para mantener sus músculos tonificados.

En algunos momentos, su situación podría hacerle sentirse tan cansado y desanimado que el cuidado personal es lo último en lo que usted querría pensar. Pero aquí está el secreto: son esos momentos en los que más necesita enfocarse en el cuidado personal, porque será lo que más le ayudará. Memorice y declare Filipenses 4:13: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”.

  1. Realice actividades que le revitalicen

Si no tiene cuidado, lidiar con un ser amado adicto podría preocuparlo al extremo de olvidarse de las actividades que suelen brindarle relajación y alegría. Ayudar a su ser amado no significa renunciar a su propia vida. Una parte importante de un cuidado personal saludable es mantener su propia vida en marcha, continuando con aquellas actividades que lo mantienen con vitalidad y lo hacen sonreír.

Tómese un momento para hacer una lista de al menos cinco actividades que le traen alegría. ¿Ir al cine?, ¿Almuerzo con amigos? Podría ser un masaje o manicura, una caminata por las colinas, un día en el museo o el zoológico, un picnic en el parque o ser voluntario en su iglesia o una organización sin fines de lucro local. Una vez que las haya definido, comience a programar estas actividades y llévelas a cabo. Mantener sus actividades placenteras no es egoísta, es vital para su bienestar.

  1. Solicite el apoyo de otros

Vivir con las secuelas de una adicción puede hacerlo sentirse aislado y solo. Pero a su alrededor hay una gran variedad de personas que están pasando por lo mismo que usted. Los estudios han demostrado que el apoyo social puede ayudarle a construir resiliencia contra el estrés y proporcionarle ideas prácticas para tratar a su ser amado.

No dude en buscar la ayuda y el consejo continuo de un consejero, pastor o mentor. Esta persona también puede referirlo a grupos de apoyo en el tema de las adicciones en los que los cuidadores pueden expresar sus preocupaciones y animarse mutuamente. Tanto el asesoramiento individual como el apoyo grupal pueden darle salidas saludables para procesar sus emociones y fortalecerlo para los desafíos por venir.

No sea permisivo con su ser amado

Los familiares y amigos de los adictos a menudo hacen cosas que podrían parecer, a primera vista, compasivas. Pero en realidad, esas acciones están alimentando la adicción de su ser amado. Estas acciones incluyen cosas como:

  • Mentir en el empleo de su cónyuge sobre por qué faltó a trabajar.
  • Asumir responsabilidades en casa para evitar confrontar a su ser amado por descuidarlas.
  • No cuidarse a sí mismo porque está muy ocupado cuidando a alguien que no se cuida.
  • Auto designarse como protector o aquel que siempre está preocupado por el otro.

Es cierto que muchos familiares bien intencionados pueden perpetuar el problema de alguien en dificultades a través de acciones permisivas. En síntesis, la permisividad significa hacer cosas por una persona que él mismo podría hacer si no estuviera sumido en la adicción. Cualquier cosa que haga para proteger al adicto de las consecuencias de sus acciones le permitirá seguir negando el problema o retrasar una decisión de buscar ayuda.

Por lo tanto, mantener las responsabilidades a cargo de la persona adicta y evitar protegerlos de las consecuencias es una acción que busca el mejor interés de la persona. Esto implica la decisión de mostrar amor firme al no ayudar a alguien a encubrir su adicción. No es una tarea fácil, ya que va en contra de nuestros impulsos naturales. Nuestro instinto es ayudar, pero a veces nuestros intentos de ayuda terminan lastimando al individuo en problemas.

La permisividad separa las consecuencias naturales que probablemente resultarían de las elecciones de un adicto. Los profesionales nos advierten en contra de la permisividad porque la evidencia muestra que los adictos que experimentan las dolorosas consecuencias de su adicción tienen un incentivo más poderoso para cambiar su estilo de vida. A menudo se necesita “tocar fondo” para que los adictos reconozcan que el cambio es realmente necesario.

Utilice cinco estrategias para terminar con la permisividad

Si bien las personas permisivas ven sus buenas intenciones inicialmente como la solución más sencilla, la desesperación se establece progresivamente y las demandas de la adicción se vuelven cada vez más pesadas con el paso del tiempo. La dinámica familiar y de amistad suele desequilibrarse, con los demás seres queridos asumiendo cada vez más responsabilidad y el adicto teniendo cada vez menos responsabilidad.

Esto genera resentimiento en ambos lados, ya que los adictos esperan que los familiares más responsables continúen compensando su continua irresponsabilidad.

Para corregir este desequilibrio, las personas permisivas deben aprender nuevos mecanismos de afrontamiento y formas de comunicarse con su ser amado que lucha contra la adicción. Considere estas cinco estrategias:

  1. Deje de hacer cualquier cosa que apoye el estilo de vida del adicto

¿Permite que su familiar no cumpla con las tareas domésticas y sus responsabilidades? ¿Está trabajando y pagando cuentas que ellos podrían pagar si no hubieran perdido su empleo o faltado al trabajo? ¿Está proporcionando comida y refugio de forma gratuita, aun cuando la persona debería asumir económicamente su parte? Si es así, está proporcionando una “red de seguridad” al adicto que le permite continuar su adicción sin consecuencias reales.

  1. Rechace encubrir o excusar a la persona adicta.

Usted podría escusar a la persona adicta por no poder asistir a reuniones familiares o fiestas navideñas (“Se siente demasiado enferma para venir”), o encubrir un comportamiento grosero o errático (“Ha estado bajo mucho estrés últimamente”). Podría minimizar el impacto de citas u obligaciones no cumplidas (“Sé que se siente mal al respecto, pero ha estado increíblemente ocupada”), pero debe saber que ayudar a ocultar el verdadero comportamiento no es ayuda en absoluto. Eso se debe a que, una vez más, estás colaborando para permitir que la persona escape de las consecuencias, aunque afrontar las consecuencias es probablemente lo que se necesita para sacudir a su ser amado de la negación.

  1. No regale o preste dinero al adicto.

La tensión financiera, especialmente si es prolongada y desesperada, es una de las consecuencias que puede hacer que una persona adicta enfrente la realidad. Si está proporcionando dinero por cualquier motivo, podría estar habilitando el comportamiento que desea detener.

Establecer límites financieros podría significar negarse a ser fiador de préstamos, a prestar su propio dinero o a pagar cuentas para evitar el embargo o el desalojo. Podría significar llegar a acuerdos para vivir de forma separada  o prometer que no habrá más dinero. Sea cual sea el paso, es importante tomarlo. Cuando las adicciones se vuelven demasiado costosas de mantener y las fuentes de financiamiento son difíciles de conseguir, su ser amado podría finalmente estar dispuesto a obtener la ayuda que necesita.

  1. No “rescate” a la persona cuando enfrenta consecuencias difíciles.

Apresurarse a rescatar a la persona puede satisfacer su propio deseo de sentirse necesario o útil, pero en realidad no ayuda a la situación del adicto. Solo suaviza el golpe o la caída a causa de malas decisiones. En Al-Anon, llaman a esta conducta “poner almohadas” debajo del adicto para que nunca sienta el dolor de sus errores.

  1. Establezca límites y manténgalos.

Los familiares a menudo recurren a decir cosas como: “Si no dejas de beber, ¡me iré!” O “Si sigues usando pornografía, tendrás que vivir en otro lugar.” O “Apostaste el pago del auto, y no te voy a salvar esta vez”. Todas estas son declaraciones válidas, pero solo son amenazas vacías a menos que usted lleve a cabo la parte activa de la ecuación. Usted no puede controlar si alguien busca ayuda para una adicción, pero puede decidir qué tipo de comportamiento aceptará o no en su vida.

¿Qué son límites?

Los límites personales son los límites físicos, emocionales y mentales que establecemos para protegernos de ser manipulados, utilizados o violentados por otros. Utilizando límites, es menos probable que se enrede en el caos de una adicción, podrá evitar los altibajos emocionales, y mantener el orden y la dignidad. Aquí hay algunos ejemplos de límites:

“No se permiten drogas ni alcohol cerca de mí o en la casa”. Hágale saber a su ser amado qué sustancias son permitidas en su hogar. Luego, explique claramente las consecuencias si se violan esos límites. ¿Obligará usted a su ser amado a encontrar otro lugar para quedarse si ha estado bebiendo? ¿Notificará a la policía si encuentra drogas en su habitación?

“No toleraré insultos o menosprecios”. Usted tiene el derecho de que todas las personas, incluyendo al individuo adicto, le traten con respeto. De esta manera, no sacrificará su autoestima. Restablezca el auto respeto y la integridad que usted y su familia merecen, definiendo cuál es un lenguaje y comportamiento aceptable.

“Ya no te daré más dinero, ya sea para pagar una cuenta, comprarte comida o poner gasolina en tu vehículo”. Al establecer el límite de no apoyar financieramente a su ser amado, usted se está centrando en su propio bienestar y salud mental. También lo está obligando a tomar responsabilidad. Establecer límites no curará la adicción ni controlará a una persona adicta, pero sí protegerá su propia salud mental, bienestar físico y finanzas.

“No mentiré ni encubriré más por ti, independientemente de las circunstancias”. La enfermedad de la adicción prospera en el caos y las mentiras. Establezca límites que lo ayuden a alejarse del caos y obliguen a su ser amado a tomar responsabilidad de sus acciones y comportamientos.

“Si necesitas una respuesta ahora mismo, la respuesta es no”. Los adictos tienen una forma de manipular cualquier situación. A menudo, esto incluye poner estrés y presión innecesarios en los miembros de la familia para tomar decisiones importantes de inmediato. La mayoría de las decisiones importantes requieren tiempo y oración. Si el adicto en su vida exige una respuesta, simplemente dígale que no.