( Reflexion Creada Por Suzanne Gosselin )

 

Muchas parejas tienen problemas de temas económicos, pero si logran tener un plan financiero reducirán el estrés en su matrimonio y lograrán establecer objetivos para el futuro.

Ya hace varios años que mi esposo y yo decidimos tomar juntos un popular curso sobre finanzas. Hicimos un presupuesto, dejamos de utilizar las tarjetas de crédito y controlamos todos nuestros gastos. Incluso empezamos a utilizar únicamente dinero en efectivo para muchos de nuestros gastos. Durante varios meses, vimos grandes progresos en nuestro plan financiero.

Luego, la vida nos sorprendió con algunos imprevistos. La visita de un niño al hospital, una costosa mudanza y un período en el que los ingresos complementarios que yo aportaba como escritora autónoma mermaron. Todo esto hizo que los gastos aumentaran y que nuestra determinación financiera fuera debilitada.

Volvimos a ser menos disciplinados en nuestros hábitos financieros y recurrimos a las tarjetas de crédito de nuevo. Cuando finalmente decidimos que debíamos “enderezar nuestro camino”, tuvimos algunas discusiones sobre la mejor manera de solucionar los problemas de dinero que teníamos.

El dinero es una de las principales fuentes de estrés en el matrimonio. De hecho, cuando se trata de experimentar estrés matrimonial debido a las finanzas, no estamos solos. Una encuesta en línea reveló que el 36% de las parejas dijo que el dinero era el tema que causaba más estrés en su relación.

Rob Jackson, consejero profesional certificado, está de acuerdo en que las finanzas pueden ser una fuente importante de tensión en los matrimonios. “Las parejas debería hablar de finanzas lo más pronto que puedan, y después de eso, deberían trabajar en un plan”, dice. Tener diferentes expectativas y hábitos de gasto podrían crear un problema si los cónyuges no se encuentran en la misma página.

Hacer un curso de finanzas juntos puede ser un buen punto de partida, dice Jackson.  Pero si sus hábitos financieros van en picada, le compartimos tres maneras en las que puede avanzar:

Establezcan objetivos financieros

Seguramente ha escuchado el refrán que dice “Si apuntas a nada, llegarás a nada”. Esto mismo puede ocurrir en las finanzas. Tómense un tiempo en pareja para hablar de su plan y sus objetivos financieros. ¿Cómo piensan pagar las deudas? ¿Cuál es el objetivo de sus ahorros? ¿Cuándo y cómo piensan jubilarse? ¿A dónde quieren donar?

En esta fase se vale soñar juntos. Piensen en las cosas que Dios puede llamarles a hacer con el dinero que tienen, esto los llevará a unirse más en lugar de cargarlos. Un asesor financiero sugiere que las parejas planifiquen de dos a cuatro fechas especiales cada año para soñar, discutir y reevaluar los planes financieros.

Elaboren un plan

Una vez que hayan establecido sus objetivos financieros, elaboren un plan para alcanzarlos. Su plan puede ser tan único como lo es su matrimonio. Busquen la ayuda de alguien que sepa de finanzas. A Luego, elaboren un presupuesto, hagan un seguimiento de sus gastos, establezcan ahorros y hagan donaciones. Utilicen herramientas que les parezcan fáciles de usar y busquen que el proceso sea sencillo. Los asesores financieros insisten en que el plan debe poder ser sostenible y que ambos logren cumplirlo. No tengan miedo de hacer pequeños ajustes sobre la marcha.

Hablen con frecuencia de dinero

Aunque puede parecer codicioso hablar de dinero con regularidad, un estudio demostró que las parejas que semanalmente hablan de dinero son más propensas a describir sus matrimonios como “estupendos” que aquella que intentan evitar el tema. Además, el hecho de que juntos sigan un plan financiero requiere de una comunicación tan constante, que puede mejorar otras áreas de su relación.

Ya sea que sean una pareja recién casada o un matrimonio veterano, nunca es demasiado pronto ni demasiado tarde para establecer un rumbo saludable para sus finanzas. Las investigaciones revelan que existe una clara conexión entre los problemas financieros y los conflictos matrimoniales. Las parejas que establecen objetivos económicos, trabajan en un plan financiero y logran comunicarse sobre sus finanzas, con frecuencia logran hacer una inversión significativa no solo en sus cuentas bancarias sino también en sus matrimonios.